Traditional Jesuits

 P. Juan Schak, S.J. + 2013 Humilde Pastor 22º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO Ben Sirá (Eclesiástico)3,17-18.20. 28-29 Hebreos 12, 18-19. 22-24 Lucas 14, 1.17-24 INTRODUCCIÓN: Tema principal de la 1ª lectura y el evangelio es el tema de la humildad. Es un tema dictada por dos maestros llamados Jesús. El libro de Eclesiástico es el único libro del antiguo que lleva la firma de su autor: Jesús Ben Sirá, es decir Jesús hijo de Sirá. La palabra hebreo “Ben”significa “hijo de” Pues la gente de Nazaret hubiera llamado a nuestro Señor, “Jesús Ben José”. Lo importante para nosotros es que los dos maestros llamados Jesús hoy en las lecturas bíblicas nos enseñan la importancia de la humildad. LAS LECTURAS SON EXHORTACIONES A LA PRACTICA DE LA HUMILDAD. Jesús Ben Sirá el autor del libro de Eclesiástico enseña los claves para ser sabio. En la lectura hoy de ca pítulo 3

A Squandered Patrimony A link to a short article on Jesuit higher education to be read with a grain of salt.  http://thewandererpress.com/catholic/news/frontpage/a-squandered-patrimony/ http://thewandererpress.com/catholic/news/frontpage/a-squandered-patrimony/

EL HOMBRE ES UNA CRIATURA QUE SE OLVIDA.           La carta a los Hebreos hoy nos habla de la educación y la corrección. Si volvemos a la tradición milenaria del pensamiento  - tanto occidental como oriental- buscando los fundamentos de la pedagogía, veremos una afirmación breve y sencilla: El hombre es una criatura que se olvida. El poeta griego Píndaro – que vivía 500 años antes de Cristo – escribió su himno al “dios” pagano Zeus que es a la vez un gran poema y un tratado sobre la filosofía de educación. La escena de Píndaro es clara: Zeus decide cambiar el caos en cosmos y gradualmente, la confusión y la deformidad son transformados en armonía y belleza. Cuando se termina su obra y el mundo ha llegado a su perfección - con recién creados ríos, bosques, animales y hombres – Zeus convida a los dioses a un banquete donde les muestra su creación a los otros dioses maravillados.           De repente, una sorpresa: uno de los inmortales toma la palab

In the Traditional Roman Mass we find: Rejoice, O Virgin Mary, for alone  thou hast put and end to all heresies . . .