5 Razones por qué un sacerdote debe usar una sotana o “cuello romano”

 P. Juan Schak, S.J. + 2013 Humilde Pastor

22º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

Ben Sirá (Eclesiástico)3,17-18.20. 28-29

Hebreos 12, 18-19. 22-24

Lucas 14, 1.17-24

1. INTRODUCCIÓN:
   1. Tema principal de la 1ª lectura y el evangelio es el tema de la humildad. Es un tema dictada por dos maestros llamados Jesús.
      1. El libro de Eclesiástico es el único libro del antiguo que lleva la firma de su autor: Jesús Ben Sirá, es decir Jesús hijo de Sirá. La palabra hebreo “Ben”significa “hijo de”
      2. Pues la gente de Nazaret hubiera llamado a nuestro Señor, “Jesús Ben José”.
      3. Lo importante para nosotros es que los dos maestros llamados Jesús hoy en las lecturas bíblicas nos enseñan la importancia de la humildad.
2. LAS LECTURAS SON EXHORTACIONES A LA PRACTICA DE LA HUMILDAD.
   1. Jesús Ben Sirá el autor del libro de Eclesiástico enseña los claves para ser sabio. En la lectura hoy de capítulo 3 aconseja a su lector:
      1. “realiza tus obras con modestia” y “Cuanto más grande seas, más humilde debes ser”.
      2. La razón que Ben Sirá ofrece por este consejo es “porque el poder del Señor es grande y Él es glorificado por los humildes”.
      3. También nos advierte del peligro de la soberbia: “No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él.”

1. En el evangelio nuestro Jesús, Jesús Ben José, nos enseña que la virtud clave para el discipulado es la humildad:
2. “todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”.
1. LA VIRTUD MORAL DE LA HUMILDAD ES IMPORTANTE.
   1. Toda la tradición cristiana considera esta virtud el fundamento de la vida espiritual. Hay dos razones por esta calificación:
      1. La primera es que la humildad da muerta a la soberbia que es el principio y fuente de todo pecado.
      2. La segunda razón es que la humildad nos pone en la recta relación con Dios. La humildad quita toda pretensión y presunción y nos permita vernos tal cual somos delante de Dios.
      3. Por tanto, la humildad no debe confundirse con una auto-imagen negativa. La humildad es simplemente el recto conocimiento de uno mismo.
   2. Como hemos dicho el vicio contrario a la humildad es la soberbia.
      1. En primer lugar la soberbia es un pecado espiritual, menos vergonzoso en sí pero más grave que el pecado carnal, porque nos aleja más de Dios.
         1. Vemos eso en la biblia, las prostitutas y adulteras se acercaron a Jesús a pesar de su vergüenza pero los fariseos no se acercaron a Él a causa de su orgullo. Eran sin vergüenzas. Su soberbia les quito la vergüenza que deben haber tenido.
      2. En segundo lugar, la biblia repite muchas veces que “la soberbia es el origen de todo pecado” porque destruye la humilde sumisión y obediencia que la criatura debe a su Creador.
         1. El pecado original del primer hombre fue un pecado de soberbia: Adán y Eva desearon comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, para andar según su antojo y sacudir el yugo de obediencia.
         2. La soberbia es más que un pecado capital, es la fuente de todos ellos.
         3. Por lo contrario la humildad mortifica la soberbia y conduce a todas las demás virtudes.

3. CONCLUSIÓN: LA HUMILDAD NO ES LA PUSILANIMIDAD Y LA SOBERBIA NO ES LA MAGNANIMIDAD.
   1. La palabra “pusilanimidad” significa la condición de tener un animo es decir una alma pequeña. La palabra magnanimidad significa tener un animo grande, una alma grande una alma fuerte.
   2. Ser humilde no significa pusilanimidad. Es posible ser humilde y magnánimo. La persona magnánima acepta el desafío de tareas importantes y necesarias. La persona magnánima es generosa y activa que atreve grandes cosas. Pero a la vez es humilde.
   3. A veces confundimos la persona magnánima con la persona soberbia. Debemos tener cuidado juzgando.
   4. También a veces confundimos la persona pusilánime, tímida y perezosa con la persona verdaderamente humilde. La pusilanimidad es una falsa humildad y peligrosa.

5. Quizás durante esta semana podemos pedir la gracia de la verdadera humildad y la luz para discernir la falsa humildad la pusilanimidad y la magnanimidad.